Alfonso Ramírez Gómez Haro

Tenemos a su disposición los siguientes servicios:
 
 

Tanatología

La Tanatología contemporánea nace en Suiza a mediados del siglo pasado con Elizabeth Kübler Ross. Ella cursó la carrera de medicina en la Universidad de Zürich y posteriormente obtuvo una especialidad en Psiquiatría, en Arizona, Estados Unidos.

Antes de tomar la especialidad ingresa a un hospital psiquiátrico, el Manhatan State Hospital, ubicado en la ciudad de Nueva York, ahí le asignan el pabellón de esquizofrénicos irrecuperables. Dedicó todo su tiempo laboral y particular a atender a los internos y, después de dos años de arduo trabajo, el 90% fue dado de alta e hicieron una vida normal.

Posteriormente  trabajo en Arizona, en un hospital en donde mantuvo contacto permanente con los enfermos y los moribundos, con personas que habían sido diagnosticadas con muerte clínica y regresaron a la vida, es decir, personas que murieron, según el diagnóstico médico y volvieron a vivir. Cuando estos enfermos  se recuperaron, comenzaron a narrar la experiencia que tuvieron en el umbral de la muerte.

Kübler Ross, asombrada, se dio cuenta que la gran mayoría de los testimonios tenían mucho en común y decide dedicar su vida entera a investigar e indagar acerca de este tema tan controversial que es la muerte y a todo lo relacionado con los Cuidados Paliativos..

La Tanatología es una disciplina que brinda apoyo psicológico, emocional y espiritual a las personas que han sido diagnosticadas con una enfermedad terminal, que van a morir en un período corto de tiempo y, a los familiares, para que elaboren adecuadamente su duelo y puedan continuar con su vida.

La Tanatología no es una ciencia que cura las enfermedades físicas porque los Tanatólogos no somos médicos de cuerpos, pero sí de almas. La Tanatología trasciende el aspecto de la salud física situándose en un contexto puramente humanístico en donde la gran prioridad y la atención se centran en el ser esencial.

Elizabeth Kübler Ross fue mundialmente reconocida. Le otorgaron en vida 18 títulos Honoris Causa.

Reiki

Cuenta la leyenda que el sensei japonés Dr. Mikao Usui, se dio a la tarea de descubrir cómo el Maestro Jesús sanaba a los enfermos, después de varios años de estudios, viajes, y de no encontrar nada, decidió subir a la cima de la montaña para ayunar durante 28 días hasta encontrar la respuesta. En el último día de su ayuno experimentó en un momento de iluminación como un fuerte rayo de luz se dirigió hacia él y se le estrelló en la frente, esto lo atontó por un momento, pero inmediatamente se dio cuenta que esa era la respuesta que estaba buscando.

De regreso a su ciudad sufrió una fuerte caída y se luso el pie, intuitivamente colocó sus manos y este sano. Por fin había encontrado la fórmula para sanarse a sí mismo y a los demás. A partir de ese momento nació una nueva forma de curar llamada REIKI.  Rei- significa universo y Ki- energía, (energía universal).

Nuestro organismo es un cuerpo energético en su totalidad, de hecho, todo en el universo es energía: un objeto, una onda de radio, un golpe, una palabra, un pensamiento. La energía de Reiki trabaja a nivel molecular permeando cada partícula de tu universo sub atómico y sanando  la enfermedad. 

Se puede canalizar Reiki por encima de la ropa sin importar el material. Sobre madera, cemento, plástico, cristal, también en animales, plantas, comida, oficinas, etc. Y asómbrate un poco más, canalizamos Reiki a distancia sin que la persona se encuentre presente, no importa si son cien, mil o diez mil kilómetros. Esta energía se desplaza a través de un campo holográfico cuántico de manera simultánea, es decir, que no requiere de tiempo ni espacio. Todo esto puede explicarse desde la física cuántica.

Reiki canaliza su energía a través de las manos a 20 puntos del cuerpo incluyendo nuestros siete principales chakras, comenzando por el séptimo: de la coronilla, hasta el primero: de la base o la raíz.

Reiki sana desde cefaleas, migrañas, dolores musculares, estomacales, articulares, colitis nerviosa, emocionales, dolores premenstruales agudos, etc. y es también, sin lugar a  dudas, una terapia alternativa extraordinaria.

Para canalizar Reiki se requiere aproximadamente de una hora

Hipnosis

Desde tiempos muy remotos la hipnosis ha sido considerada una herramienta terapéutica que ayuda a sanar diferentes desórdenes de la personalidad, siempre ha sido un tema controversial y en muchas ocasiones, tabú. Afortunadamente la mentalidad ha ido cambiando y hoy es vista como lo que en realidad es, un procedimiento muy eficaz que se usa de manera directa y alternativa con otras disciplinas, logrando resultados terapéuticos extraordinarios.

Hoy en día la hipnosis se emplea en consultorios, hospitales, cirugías y en la vida diaria, pero primero, definamos que es la hipnosis. La hipnosis  lleva al paciente, por medio de sugestiones a un nivel profundo de concentración máxima llamado nivel Tetha, en este estado de conciencia, es el inconsciente quien recibe la información y queda registrada automáticamente, al mismo tiempo, el consciente se abstrae permitiendo que la información llegue a su destino.

Para que esto sea posible es necesario contar con la autorización y el deseo del paciente de cooperar al 100 % con el hipnotizador. Nadie puede hipnotizar a otra persona sin su consentimiento, de hecho, el paciente tiene la libertad de suspender el procedimiento en el momento que lo juzgue pertinente. Por lo general, los pacientes se mantienen conscientes y en algunos casos se llegan a quedar dormidos, cuando esto sucede, solo hay que darle el tiempo suficiente para que regrese, o tocarle, tres o cuatro veces en el hombro para qué despierte.

El mito de que una persona se puede quedar permanentemente en trance hipnótico es solo eso, un mito. No existe en todo el planeta registro alguno de que esto haya sucedido.

La hipnosis es una herramienta que ayuda para dejar de fumar, bajar de peso, superar fobias, miedos, alergias, disfunción eréctil, baja auto estima, culpa, alcoholismo, neurosis, etc.

Con la hipnosis también se realizan regresiones a esta vida y a vidas pasadas.